jueves, 15 de octubre de 2015

CUANDO DUELE EL ALMA

No es un buen día, hoy duele el alma y el vacío se siente mas grande que nunca, la desesperanza brota como agua en tubería rota mientras el mundo sigue girando o como decía la protagonista de mi serie favorita el carrusel nunca se detiene.

Esta situación  no tiene pies ni cabeza lo único que me provoca es frustración, aburrimiento, impotencia y un mar de incertidumbre de un futuro que se vislumbra gris en el horizonte, es el miedo de arriesgarlo todo sabiendo que tienes mas posibilidades de fallar que de dar en el blanco.

Esto no es es para nada la vida que tal vez alguna vez soñé aunque la verdad no recuerdo haber tenido tiempo de soñar una vida ideal, siempre fue una carrera contra el tiempo, sin detenerme a pensar si era lo correcto o lo que me hacía feliz. Hoy creo que de haberme detenido a tiempo o por un tiempo esto no estaría pasando. Me duele el alma y para eso no hay medicina ni remedio, hay días buenos y días malos o muy malos tengo unas enormes ganas de salir corriendo sin mirar atrás sin detenerme por nada ni por nadie, si pudiera tener un súper poder sin duda sería congelar el tiempo, tal vez me sentaría a contemplar un día entero o caminaría observando las vidas de los demás, arreglando lo que estuviera mal, esta maldita necesidad de solucionarle la vida a los demás para sentirme valorada.

Quiero que ya no duela, quiero que se termine y no vuelva, quiero recuperar la esperanza de un futuro lleno de sorpresas de saber que el rumbo que estoy tomando es el correcto, quiero dejar de sentirme bien a solas, quiero dejar de sentir



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